Todos hemos pisado una mierda alguna vez, pero ¿nos ha pisado alguna vez una mierda a nosotros?
¡Toma ya, peaso de hostia que tacabo de dar en to el cerebro!
Evidentemente, la pregunta era muy fácil de contestar: las mierdas no nos pueden pisar porque ¡NO TIENEN NI PATAS NI PIES!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario