Hemos procedido a seleccionar una gota de agua y la hemos sometido a ejercicio físico intenso y continuado durante varias horas.
Finalmente, hemos conseguido AGOTAR a la gota.
Fuentes gubernamentales nos aconsejan que no volvamos a abrir el laboratorio para supineces tan deleznables como esta (estamos buscando en el diccionario de la RAE para cognocitar en profundidad este mensaje).
domingo, 10 de enero de 2010
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