lunes, 7 de junio de 2010

GRADUACION (¿DE LA VISTA?)

Acabo de obtener, en quinta convocatoria, el título de Técnico Agrónomo.
Después de quince años de no muy esforzados estudios he llegado a esta consecución y, lo que son las cosas, yo creí que lo que estaba estudiando era Enfermería.
Ahora entiendo tanta excursión al campo a pisar moñigas de vaca y tanto plantar tomates.
A mi novia no sé que le voy a decir, hace ocho años que se hizo una brecha en el culo y está esperando a que acabase la carrera para que yo se la cosiera (es muy vergonzosa y se niega a que nadie le vea el trasero salvo yo). Se me ocurre aprovechar el surco para plantar una mata de pimiento...
Mis padres seguro que van a estar contentos a pesar de la confusión y, total, como agrónomo también puedo usar bata blanca.
Mis amigos Pedro y Luis se descojonarán de risa como siempre, aun no se han recuperado de las agujetas de barriga que les dió la risa de cuando me confundí de pais y voté al partido demócrata en Villanueva de la Ceperrería (Sierra de Alcanfores, Toledo).
A mi perro le ha dado igual, con tal de que le diera de cenar y de sobremesa le sirviera el güisqui de antes de irse a la cama.
El gato ha pasado de todo (sobretodo porque no tengo gato).
Y, lo peor, no tengo ni puñetera idea de a qué coño se ha de dedicar un Técnico Agrónomo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario