De todos es conocido que el pobrecillo no vé, es ciego.
Y menos mal que carece de visión, porque para lo que le tocaría ver...
Tan horripilantes serían las visiones salientes... como... las entrantes...
Y no, no teman, no voy a poner la foto de un ojo de culo. Soy guarro, pero no asqueroso.
¿Que tal un perro cagando?
A veces, y dado el tamaño de la mierda, dudo de si ha cagado en la acera el perro o su dueña. Al final me suelo decantar por la segunda opción. Tú no la conoces.
ResponderEliminar¡Ellos si que no tienen verguenza alguna!
ResponderEliminarLes pondremos un cartelito pinchao a esas mierdas: "Este es un monumento dedicado al guarro de mi dueño/a".
ResponderEliminar