Aun estando a miles de años luz una cosa de la otra, los espíritus, almas, ánimas y fantasmas en general tienen a las ondas electromagnéticas como a lo más que se les parecen.
Démosle la vuelta al calamar. Lo más parecido a un fantasta es una onda electromagnética aunque no se parecen apenas en nada.
Existir, existen ambos ¿quién no ha visto nunca un fantasma? ¿quién no ha visto nunca una onda electromagnética?
Bien, pues donde mejor puede flotar un espíritu es en un ordenador encendido y si tiene conexión a internet no te digo nada.
Pensad en todas las interrelaciones que tenéis en internet, correos electrónicos, redes sociales y demás. Podéis tener miles de conexiones más o menos.... ¿vivas?
El mundo virtual crece y crece y crece, pero las personas siguen teniendo la constumbre de irse muriendo como lo vienen haciendo desde siempre. Entonces ¿qué pasa con las cosas de una persona que fallece? Me refiero a las cosas que esa persona fallecida tiene en los servidores de la red. Su información, sus ... conexiones, sus ... interconexiones, sus ... interactividades, SUS...TOOOO.
Pensándolo bien, seguro que ya tenéis a más de un cadaver en vuestro mundillo virtual.
Alguno ya habrá salido corriendo a revisar uno por uno a todos sus contactos, a testarlos a ver cuáles contestan y cuales no. Lo más práctico es mandar un correo a todos "Si estás vivo, contesta, por favor".
Nada más inutil. Un espíritu conserva su conexión a la red y no se considera a sí mismo muerto, pues sigue existiendo, con lo cual te contestará sin problemas: "siiiiiiiii, siiiiigooooo viiiiiivooooo".
Todo esto puede resultar perecido a follarse una muqueña hinchable pero sin haberla hinchado previamente. Es algo que se te agarrará pegagosamente al miembro y colgará de él tristemente falto de aire.
Seguieremos por esta senda mortuoria en los próximos posts para provocar inicios diarreaicos en los intestinos estreñitosos que ríete tu del efecto bio de algunos yogoures verdes.