Como habrán podido comprobar, nos hemos abstenido en el laboratorio de publicar hediondeces durante el tiempo de pascua, más conocido como Semana Santa. Una Santa Semana que habría de ser de recogimiento, oración y meditación y no de adoración a los oros, platas, bordados y tallados lujosos que vete tu a saber si Jesús de Nazaret levantara la cabeza si no se iba a echar las manos a la cabeza, con lo que Él promulgó la austeridad y el desprencimiento de los lujos terrenales. Parece que estemos volviendo a adorar al becerro de oro...
Este año incluso parece que nos hayan dado un toquecito de atención con las abundantes lluvias. ¿No nos habrá estado insinuando Dios que menos jaleo en la calle y más recreamiento en lo espiritual...?
¡Reflexionemos señores!
Bueno, ya ha pasado todo y retomaremos los ensayos, análisis y sobornos propios de este laboratorio ateo y Mateo deja de reirte que me meo...
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