LA SEÑORA LIENTO ES MALA.

Es una coña fácil de interpretar: " La mala Liento".
Le hacemos un cambio de sexo (gratuito) y pasa a ser "El mala Liento".
Ahora transversamos una "a" (es lo único que nos ha quedado pa desayunar), así pues: "El mal aLiento".

Y ahora pasamos a explicar la sinopsis del intríngulis muconasal del término episcopal:

Estoy absolutamente convencida de que uno de los secretos ocultos del gran exito de las nuevas tecnologías informáticas para con la comunicación entre personas es la enorme satisfacción, ventaja, aliciente,..., en resumen, bendición de Dios, es no tener que aguantarle a nadie su mal aliento.

(y ahora gritando) ¡¡¡¿¿¿A QUE SIIIIII, A QUE ES VERDAAAADDDD???!!!

Cada día estoy más orgullosa de este laboratorio para el que trabajo, me entrego en cuerpo y alma y forma parte de mi más interno desarrollo profesional y personal. A tí, jefe amado.