Yo, sin embargo, no me puedo permitir ni desperezarme en público. No sé que es peor, si mi falta de depilación axiliar o mi falta de desorodación zobaquera.
Mi sueldo me daría para más si no fuera por mi pertinaz adicción al frotarme en los árboles del bosque de algarrobos y encinas de cerca de la cuenca de Mastoarriga.
Cágome en la fruta madura que así no consigo que se te ponta dura, novio de la muerte que hacerte pajas es tu mejor suerte.
Chúpate esa Contreras, que no sólo no te enteras, sino que también friegas escaleras.
¡Mira que paso calor fregandooooo!
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