lunes, 10 de septiembre de 2012

EL GOL ESPAÑOL...

El calor del verano me hace sudar, pero ello no me anima a aumentar la frecuencia de mi aseo personal. Aunque se pase de los cuarenta grados a la sombra, yo me sigo duchando cada dos semanas. Así consigo espantar a las mismísimas moscas verdes de la mierda a las que he llegado a provocar auténticas arcadas de asco mortal. El sudor mezclado con los restos de orines y palominos múltiples de la mal restregada zona vaginoanal al aplicar con desgana el papel higiénico, llega a formar una jugosa pasta que al andar forma pelotillas negras que gusto de reunir hasta formar un bolillón tipo canica la cual paso horas y horas amasando y redondeando con los dedos de la mano izquierda. Las voy reuniendo y guardando hasta conseguir tener unas treinta y las guardo en una cajita. A la vuelta de las vacaciones siempre le regalo esta cajita a mi jefe que le tengo dicho que son una especilidad de trufa que solo se da en mi pueblo. Mi jefe se requetechupa los dedos pues le encantan mis pelotillas y se pregunta cómo es que no promocionamos este producto, que seguro que se hacía famoso mi pueblo.
Este es el resquicio de seudofelicidad al que puede tener acceso una guarra analista de laboratorio, mal pagada, mal y poco follada y mal y mucho dada por culo.
Y para ilustrar esta entrada de final de verano les dejo una pelotilla ¡¡¡AMARILLA!!!

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