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Si, lo parece, pero seguro que no sucede. Dios aprieta pero no ahoga, para eso nos enseñó a nadar en aguas fanganosas.
Los patos son a la naranja como el eurogallo a las ensaimadas. De fiar poco y comerse un moco.
En Estragburgo hay una ge justo en medio para ayudarte a carraspear disimuladamente.
Inténtelo de nuevo más tarde.
Yo, todos los martes por la mañana, me autoparto de risa (si, mestoy infiernando en vida...).
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Al ver la foto del cajero automático me he acordado que inventaron uno que te escupía si no pagabas la hipoteca. Jodidas máquinas.
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