domingo, 19 de septiembre de 2010

POR EL AMOR DE UNA MUJER...(2)

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Me apunté a uno de esos servicios tipo agencia matrimonial indicando tan solo que me bastaba con que la candidata fuera más o menos guapota.
¿Se puede decir más clara y sencillamente? Guapota, de guapa. ¿Es evidente, no?
¿He dicho bella? ¡¡¡¡NOOOO!!!! He dicho guapota de ¡¡Guapaaaa!!

Es este mi cabreo monumental porque los muy tarugos van y no me mandan una guapota (de guapa, repito) sino una

 ¡¡BELLOTA!!


Todo esto es como cuando me regalaron aquel perrito blanco y negro que era de una raza tan delicada y exclusiva que había que lavarle las zonas de blanco con un jabón distinto al que se había que usar para las zonas de negro.
La distribución de los colores era totalmente desordenada y resultaba incluso que tenía una de las patas de atrás blanca y la otra negra. Un número para lavarlo.
Pero bueno, la experiencia tuvo su fruto y conocí por aquel entonces el JABÓN DE PATA NEGRA.



Ahora, los que se sientan cansados, se pueden ir a acostar.
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