martes, 12 de octubre de 2010

El Crisol de San Cristobal.

Estuve güeveando leyéndome el periódico y encontré una crítica de un experto en laboratorios privados en la que se juzgaba muy duramente las prácticas laboratoriles de establecimientos similares al nuestro.
Una cosa es que odie a mi jefe y otra que reconozca que aquí, muy mal, muy mal, no lo hacemos.
Total que me he decidido a escribir al periódico con firmeza y dureza para criticar la crítica de manera crítica.
Lo he hecho, y en lugar de sentirme satisfecha por algo bien hecho, lo que me he sentido es como un grillo.
O sea, que me ha entrado como una cri-sis y muchas ganas de comprar cri-santemos para llevárselos a San Cri-stobal como todo buen cri-stiano, que lo contrario es un cri-men... como poner los dedos en el cri-stal recién limpio, que ya lo dijeron los cri-ollos americanos después de cri-ogenizar el germen de la cri-ptonita.

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