sábado, 28 de agosto de 2010

¡QUÉ LARGO SE ME ESTÁ HACIENDO EL VERANO!

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En este laboratorio no realizamos análisis clínicos. Nuestra especilidad en cuestión de análisis está en los análisis de sustancias pegajosas, mal olientes y con tropezones de origen no humano. También hacemos análisis sintácticos y semánticos y a veces nos atrevemos con los análisis economicofinancieros de nuestro propio sueldo. Pero análisis clínicos, ¡NO!

Pues ahí va mi jefe y no se le ocurre otra idea, para captar a un cliente, que ofrecerle un análisis clínico personal gratuito.

Me viene a mí el muy cabrón y me suelta el vil frasquito lleno de meado y, a sabiendas que me llevo bien con la rubia del laboratorio clínico de la acera de enfrente, me suelta el marrón para que les pida yo el favor de que nos hagan el análisis.

El cabreo descrito se me electrocortocircuita con la desazón que ya tenía de sufrir la pronta recuperación de la almorrana de mi jefe (esperaba que le hubiera durado un mes por lo menos) y el pedazo de puñetazo que pego en la mesa produce que se caiga el tarrito de meado y que éste se derrame. ¡Por favor, Señor, llévame pronto! (que diría José Mota).

Le dan por culo a los peces de colores y agarro y lleno el tarrito con mi propio pis y se lo endiño a los de enfrente. Y que le den por culo al potencial cliente.

A la media hora me llaman del laboratorio de enfrente y me dicen que el análisis completo me lo darán mañana pero que como en la primera de cambio han detectado que la paciente propietaria de la muestra está embarazada, han querido comunicármelo por si no lo sabíamos y aprovechar para transmitirnos la enhorabuena.

¿Y ahora qué hacemos? Yo soy un tío más bien feo y lo que es peor, hace más de medio año que no mojo.

P.D. algún seguidor me ha echado en cara que qué coño soy en realidad, si un tío o una tía, ya que algunas entradas las escribo como tía y otras como tío. Como ya he aclarado en alguna ocasión, menos mal, menos mal, menos mal que estas cosas no me pasan a mí, ya que lo que realmente soy yo es una perrita yorkshire que ha aprendido a manejar el ordenador.


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